Pregunta 1: ¿Cuáles son actualmente los principales riesgos climáticos de la ciudad donde vives (o de la ciudad más cercana)?
Pregunta 2: ¿En qué medida crees que tu ciudad (o la ciudad más cercana) está preparada para hacer frente a fenómenos meteorológicos extremos, como una ola de calor, una sequía o fuertes lluvias? ¿Y tu casa está preparada?
Pregunta 3: ¿Cómo podrías adaptar mejor tu casa al clima local? Por ejemplo, ¿cómo podrías mejorar el confort térmico de tu casa para que sea más confortable en verano e invierno, y sin aumentar el consumo de energía? ¿O cómo podrías reducir el consumo de agua del grifo y aprovechar otras fuentes de agua?
Pregunta 4: ¿En qué medida su calle está adaptada al clima? ¿Contribuye el entorno urbano (árboles, aceras, mobiliario urbano, infraestructuras…) a reducir su vulnerabilidad a las temperaturas extremas, a las lluvias intensas, a la sequía o a los vientos fuertes?